sábado, 25 de noviembre de 2017

Te quise feliz y siempre va a ser así.

Quiero que entiendas
que yo no podría haber sido mejor
si tú no hubieras aparecido.
Yo no podría haber sido
más valiente
para curarme las heridas sola.
Tampoco podría haber sido
más caída libre
cada vez que me abrazabas,
ni más cielo
cada vez que rozaba tu infierno.
No podría haber tenido
la palma de las manos
llena de derrotas
donde acabaron creciendo
crisantemos.
No podría haber querido
mejor de lo que lo hice
y peor (por cada vez que me calle).
Ni tampoco podría haberme
reconstruido de los escombros
después del incendio
(que tuve que apagar yo).

Quiero que sepas que nunca
serías mejor
si yo no hubiera aparecido,
porque te dejé
como quien deja el mejor regalo
de su vida.
Te dejé curado,
te llené de ganas de volver a querer
(a pesar de que no fue a mí),
te hice rectificar y saber pedir perdón,
te cuidé como si andaras magullado.

Quizá te cuidé tanto
porque quien más cuidado
necesitaba era yo.
Cuidado para no tropezar,
cuidado para no caer,
cuidado para no llorar,
cuidado para no acabar lo que no empecé,
cuidado para no lastimarme,
cuidado para no hacerme pedazos.
Cuidado para no querer,
especialmente a ti.

Quizá te dejé ir
porque dejarte ir fue la mayor prueba
de que siempre te quise,
pero te quise feliz.
Y siempre voy a quererte así.

No hay comentarios:

Publicar un comentario